Hace 20 años surgió como una agrupación independiente. Fue galardonada con el Premio a la Trayectoria Colectivo Teatral Región Centro Litoral en octubre de este año. El 1º de abril comenzó a dictar seminarios para aspirantes a actores en la Escuela del Bardo.

Durante el siglo XVIII, los bardos de las antiguas civilizaciones europeas deambulaban por las calles de los pueblos y transmitían cuentos y leyendas de forma oral. Además de la acepción del lunfardo popularmente conocida como ‘lío’ o ‘quilombo’, estos nómades narradores inspiraron la denominación de la agrupación Teatro del Bardo (TdB). Transcurría el último año del siglo pasado cuando en la arteria más recóndita del corazón de Entre Ríos comenzaba a bombear una idea. La localidad de Villa Domínguez del departamento Villaguay, caracterizada por la serenidad de todo pueblo, daba lugar a la creación del grupo artístico el 28 de abril. Los experimentados teatristas, Valeria Folini y Gustavo Bendersky, lo fundaron con la proeza de convertir la pasión por el teatro en una profesión. Tal como las almas errantes se satisfacen con el movimiento, ambos decidieron dejar la solemnidad agreste para probar suerte en una urbe donde los ruidos y el río nunca callan.
El nuevo milenio los cobijó en la capital entrerriana. Hasta 2004, junto con los participantes que se sumaron a TdB, coordinaron el área teatral del Centro Cultural La Hendija y constituyeron el Laboratorio El Puro Errar, un seminario bienio de investigación orientado a formar actores y actrices. Además, heredaron el Equipo de Educación por el Arte creado en 1997 por Viajeros de la Velocidad, un conjunto teatral del que Folini y Bendersky eran parte. Se trata de un programa vigente que reflexiona y debate acerca de las implicancias pedagógicas que puede tener un hecho artístico dentro de una comunidad educativa. A partir de este legado cultural trabajan con instituciones primarias y secundarias. Al respecto, Walter Arosteguy, miembro de TdB desde 2007, expresó que “algunas obras están relacionadas con los contenidos que los estudiantes ven en la escuela. Tenemos funciones históricas y literarias, trabajamos sobre textos de Edgar Allan Poe, Gustavo Cerati o Marco Denevi”. El contacto con los colegios es vía telefónica y por Facebook.
La Escuela va al Teatro es resultado del Equipo de Educación por el Arte que ya llevó a cabo cinco ediciones y aspira a que los alumnos se apropien de los espacios culturales, que los conozcan y los aprovechen de forma gratuita. Su denominación alude en el sentido completamente literal a la idea de llevar a los colegios a las salas teatrales. En nuestra ciudad la frase ‘va al teatro’ se vincula directamente con el Teatro 3 de Febrero. El Instituto Nacional del Teatro (INT) impulsó una réplica homónima a nivel nacional posterior a este ciclo al que algunas provincias adhirieron, pero que difiere técnicamente del proyecto de TdB.
En sus 20 años de trayectoria conformaron un grupo autogestionado por jóvenes y adultos que se fue renovando a lo largo del tiempo y actualmente está constituido por 16 integrantes de entre 25 a 45 años. Si bien sus zonas de mayor influencia son Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y el norte de Buenos Aires, brindaron espectáculos en Latinoamérica, Dinamarca, Italia y España gracias a las recomendaciones de colegas internacionales.
Dame un punto de apoyo y moveré el mundo
En 2010 adquirieron la personería jurídica y se constituyeron como Asociación Civil Teatro del Bardo (ACTdB). Durante 2017 y 2018 los miembros ensayaron en el estudio de danza Moveres ubicado en Gutiérrez 1887. Luego de tantos años de ser huéspedes de los centros culturales, decidieron buscar un hogar para realizar sus actividades.
Desde marzo de este año ACTdB alquila un edificio, que solía ser una herrería y también una fábrica de durlock, en Almafuerte 104 bis. El exterior del local no da indicios de que cuenta con tres espacios amplios, escaleras con barandales inacabados, un patio y una tribuna en la sala del fondo. Se presenta con una fachada vidriada que en el centro reza Escuela del Bardo (EdB). Este grabado hace referencia al espacio de formación integral actoral abierto a los estudiantes desde el pasado 1 de abril. Arosteguy aclaró que “es relativo el nacimiento de la academia. Algunos dirán que surgió en un asado trasnochado el año pasado, otros diremos que comenzó cuando El Puro Errar dejó de existir. En definitiva, se creó para tener una casa donde poder ensayar y dejar nuestros bártulos. Este es nuestro lugar, un imperio bardero en construcción”.

EdB empezó como un proyecto pedagógico pensado para dar cuenta de inquietudes y problematizaciones que el grupo tejió desde su nacimiento. Es un proceso de profesionalización de actores y actrices sobre el escenario y de intercambio de experiencias que hasta la fecha cuenta con 12 estudiantes adultos. Arosteguy manifestó que “el grupo que se armó es súper inquieto y eso está buenísimo para los docentes porque nos obliga a pensar. No nos gusta la relación de complementariedad entre el maestro que sabe y el alumno al que hay que iluminar. Nos juntamos a repensarnos mientras nos movemos en el espacio”. Además, aseguró que el objetivo de EdB es transmitir la experiencia y compartir ideas con quienes llegan con el espíritu curioso. Como afirmaba el dramaturgo alemán Bertolt Brecht: “La oposición entre aprender y divertirse no necesita ser fatal por naturaleza, hay un aprender gozoso, combativo y alegre. Si no existiera un aprender divertido, el teatro sería incapaz de enseñar. El teatro didáctico siempre que sea bueno, será divertido”.
La dinámica de trabajo consta de seminarios anuales y cuatrimestrales en los que los alumnos pueden participar de forma regular o vocacional en un trayecto de tres años de formación eximido de obligatoriedad. El plan de estudios está constituido por Poéticas del movimiento, La palabra en acción, Técnicas actorales, Poéticas teatrales, Estrategias creativas para actores, Diagramación sonora del espacio escénico, Dirección de actores y Puesta en escena.
Los alumnos de los talleres no reciben un certificado que avale formalmente su participación. Folini acentuó que “nadie viene acá a estudiar por un papelito”. En ACTdB resaltan las dificultades para encasillar su arte debido a los extensos trámites que hay que realizar para recibir un título de Educación No Formal, aún más si se trata de un proyecto privado. Según Arosteguy, el Consejo de Educación (CGE) es un monstruo gigante y cuadrado.
En 2008 se sancionó la Ley Provincial de Educación de Entre Ríos Nº 9890 que reconoce en el Título VIII la Educación No Formal. Sin embargo, la Dirección de Educación de Gestión Privada del CGE ya no contempla esta modalidad. En 2013 se promulgó la Resolución Nº 0240 que aprueba la incorporación a la enseñanza oficial de los Establecimientos Educativos de Gestión Privada, en la que podría categorizarse EdB. Los requisitos primordiales que exige son la habilitación municipal, la certificación del Estado patrimonial de la asociación y la declaración jurada de impuestos a las ganancias en la que se contemplen los salarios al personal docente y las Aseguradoras de Riesgo del Trabajo. El CGE debe aprobar el Plan de Estudios presentado por la asociación y requiere una justificación de la necesidad social y cultural que la valide. En ACTdB los seminarios son arancelados, aunque esperan que a la brevedad puedan ser gratuitos para trabajar con la gente de los barrios. Arosteguy apuntó que “a través del teatro comunitario podríamos ver cómo tratar las problemáticas de las personas para no tener que llegar un día a la plaza y querer prender fuego todo. O sí”. Los profesores no reciben un salario, sino que los ingresos de las cuotas de los alumnos están destinados a los gastos edilicios. Su otro plan es abrir talleres para niños de 3 a 16 años el próximo año.
El cachet de los teatristas del Bardo
La Dirección de Inspección de Personería Jurídica de Entre Ríos exige que para establecerse como asociación civil se debe contar con una Comisión Directiva y una Comisión Revisora de Cuentas. Dentro de ACTdB no se guían por cargos de poder, sino que conforman un grupo sin jerarquías porque persiguen el ideal de equipo heterogéneo que rota responsabilidades y comparte opiniones. Sin embargo, en la formalidad el presidente es Walter Arosteguy, la tesorería está a cargo de Juan Kohner, la secretaria es Valeria Folini y la vocal es Gabriela Trevisani.
Los miembros de ACTdB buscan el soporte económico de fuentes privadas y públicas para financiarse. En este sentido, el organismo que regula la actividad teatral y brinda becas a los grupos que lo soliciten es el INT, dependiente del Ministerio de Educación, Ciencia, Cultura y Tecnología de la Nación. Para percibir los aportes de dicho instituto, ACTdB debe gestionar el pedido para que los proyectos en cuestión sean evaluados y, en el caso de ser admitidos, reciban una suma de dinero determinada.
Según el acta N ro 587 labrada por la entidad gubernamental, ACTdB recibió el Premio a la Trayectoria Colectivo Teatral Región Centro Litoral el 15 de octubre pasado. El monto aprobado por el Consejo de Dirección del INT para esta categoría fue de $240.000. Además, según el archivo Subsidios, Becas y Aportes de la misma institución, en 2016 ACTdB recibió 22.000 en calidad de Asistencia Técnica para Grupo.

Otra de sus fuentes de ingreso es La Moringa, la única carpa cirquera y teatrera de la provincia, que fue inaugurada el 4 de diciembre de 2015. Esta especie de sala ambulante se alquila para espectáculos y posee capacidad para 300 espectadores. ACTdB la entiende como un centro cultural independiente y en movimiento que está dispuesto para la comunidad artística que la demande.
Debe destacarse que en EdB brindan funciones de entrada libre y salida a la gorra. Las que son montadas en entidades culturales como La Vieja Usina o el Teatro 3 de Febrero tienen un importe en algunos casos. En su quehacer artístico se percibe que ACTdB trabaja genuinamente por amor al arte. Al respecto, la actriz que participa en una de las obras más recientes Plan B o la deconstrucción del artefacto, Verónica Petean, expresó: “Queremos comunicar y contagiar la pasión por cualquiera de las artes. Acá actuamos, pero también cantamos, tocamos instrumentos, escribimos y gestionamos las obras. Todo esto hace a la profesión, no es sólo subirse al escenario y que la gente aplauda”.
AUCA, un grito rebelde
ACTdB cuenta con la producción gráfica e impresa AUCA, Revista de Artes Escénicos. Sobre el nombre, Kohner explicó que significa ‘grito rebelde’ en idioma mapuche. La publicación es trimestral de distribución gratuita que alcanza una tirada de 2.000 ejemplares y es diseñada por Bruno Botteri. Este medio de comunicación especializado hace hincapié en el arte teatral en nuestra ciudad y en la provincia. Folini explicó: “Surgió en 2012 a modo de archivo que recopila entrevistas y audios sobre conferencias de personalidades reconocidas de nuestro rubro y otros materiales, para socializarlo con aficionados al teatro. Es una revista meramente teórica que carece de actualidad”.
AUCA no posee un financiamiento estable sino que los auspiciantes varían en cada edición. Tiene el apoyo del INT, aunque en la primera contó con el aporte del Fondo Económico de Incentivo a las Culturas, las Artes y las Ciencias, un programa de la Secretaría de Cultura de la ciudad.
Además de la revista, en diciembre del año pasado ACTdB sacó a la venta el libro Resistencia Trágica: La construcción de la embriaguez y el ensueño. Esta producción está basada en la mitología griega y trata del surgimiento de la tragedia y el rol de la mujer en ella. Según lo relatado por Folini, la recaudación de las ventas está destinada a las actividades grupales.
Hacer teatro, una forma de ver el mundo
Walter Benjamin afirmaba que “el actor de teatro presenta él mismo en persona al público su ejecución artística, a diferencia del actor de cine, quien lo hace mediante un mecanismo”. En coincidencia con el autor, Tovio Velozo, premiado por el INT en marzo de 2018 como Mejor Actor por el unipersonal El corazón del actor y participante de múltiples obras de ACTdB, manifestó, mientras planchaba su camisa para la función de la noche del 19 de octubre, que “siempre está presente la mirada del otro, uno no trabaja para sí mismo”.
Mencionar a Benjamin es el puntapié para pensar que el teatro es producir filosofía con el cuerpo, que requiere de la mente y el alma puestas en acción. Según Arosteguy, es una forma de ver el mundo y un arte rizomático que propone un lugar de encuentro para compartir inquietudes y pensarse colectivamente. Pedro Peterson, un actor que se incorporó recientemente a ACTdB, coincidió con lo anterior ya que en las escenas, los ensayos y la construcción de una obra o de un guion siempre hay un grupo que piensa en favor del otro. Ante la pregunta de cómo se definiría dentro del teatro, Arosteguy contestó: “Soy un trabajador del arte. Lo de ser artista es raro para mí, me da un poco de miedo definirme así. Hay mucho mote para gente que ni sabe qué significa esto. No me veo diferente a alguien que tiene que salir a buscarse el mango, porque tengo que pensar cómo ser un producto que guste, se venda bien y rápido, y que permita llenar la olla”.

Faltaban pocos minutos para las 18 horas en aquella tarde sabatina, cuando Peterson y Petean llegaron a EdB. Los jóvenes, que se definen como los integrantes de la tercera generación de la asociación, se acomodaron en medio de la sala vacía en la planta baja para limpiar unos trastos que más tarde utilizarían en el ensayo de una obra dirigida por Folini y presentada a fines del mes pasado. Más allá de esta puesta en escena, Peterson enfatizó su deseo de filmar una película. A raíz de ello, Petean distinguió el teatro del cine y refirió a que en el séptimo arte hay un equipo de productores y directores que convocan a actuar con un horario y fecha pactada, se recibe la paga y se termina la actividad.
—¿Qué significa el teatro para ustedes?
—Un oficio y una de las mejores formas de pasar el tiempo —contestó Peterson.
—Es la profesión que elijo para dedicarle mi tiempo y mi energía. Le da sentido a mi vida. Me gusta porque construye vínculos y maneras de estar y de hablar con otros y otras desde un lugar muy bello —respondió Petean.
—¿A dónde les gustaría llegar?
—Una vez pedí que me saquen una foto en el Teatro 3 de Febrero saludando a todo el mundo. El lugar estaba vacío. Siempre la miro y digo que sería buenísimo que esté lleno de espectadores. También me gustaría conocer el mundo y a un montón de gente —evocó Peterson.
—Quiero que la actuación se vuelva mi medio de vida. Dedicarme de lleno sin preocuparme por llegar a fin de mes con otros laburos que disipan la energía. Me encantaría viajar haciendo lo que amo —coincidió Petean.
—Y a mí me gustaría ganar algún premio —retrucó Peterson esperanzado.
Brecht planteaba que “el éxito en el teatro es siempre inseguro porque, además de la performance de los actores en cada obra, todo depende de la circunstancia, ya sea un momento favorable o una moda. Por ello se requiere un apasionamiento particular y una tensión muy especial condicionados por el instante”. A los miembros de esta comunidad artística les sobra pasión. Son barderos, dinámicos, distendidos y transmisores de situaciones cotidianas teñidas por la política, el género, el humor y la ironía. Destacan continuamente el valor del trabajo en conjunto en el que una rueda de personas desestima los rangos jerárquicos y prioriza la reciprocidad de las relaciones. Dos décadas sellan una trayectoria que se moldeó intachable en el andar y el errar. Se dispersaron como un eco hacia las más remotas salas teatrales y a los festivales nacionales e internacionales en los que el arte y la cultura son siempre los protagonistas.
Hasta la fecha produjeron 25 espectáculos alrededor del mundo. Los proyectos que se tallan con puño y letra dentro de ACTdB fortalecen sus inquietudes de conquistar nuevos escenarios, plasmar ideas y enseñanzas ante el público y los estudiantes.
Texto: Estefanía Jaen Frank y Cristal Bella
Fotos: Teatro del Bardo