Hay quien dice que pegadito a su charango hay un ángel. Otros sostienen que se trata de un duende. Joven, entrerriano, abraza un instrumento ancestral propio de otra región. Lo cierto es que escuchar a Nicolás Faes Micheloud transporta a otro lugar: uno más amable, profundo y reposado. Los invitamos a parar la oreja frente a este charango y este charanguista.
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