Es un viaje radiofónico que atraviesa distintos territorios, épocas y estilos musicales, aportando datos sobre los autores e intérpretes, su contexto y diversas anécdotas.

1/ En esta entrega, proponemos un viaje imaginario atravesando el tiempo. La travesía comienza en una noche de estreno y escándalo en París, y continúa en los años locos en Estados Unidos. Un sentimiento de nostalgia nos lleva a Río de Janeiro y al Río de La Plata en los años ’50. Londres y la pampa argentina se unen mediante un hilo invisible y vientos revolución en la década del ’60. Y aterrizamos de modo apacible, acunados por una “música de grillos del Paraná”.

2/ Una marca distintiva de este programa es la rareza. Alguien apodado “el feo” se convierte en estrella de tango. Un blanco ayuda a popularizar el jazz, música de raíz negra. Un flautista lidera una de las bandas de rock más populares de los setenta. Dos guitarristas virtuosos cierran una grieta del rock argentino que parecía insalvable. Y dos mujeres bien diversas trazan un puente entre el folklore y el pop de Latinoamérica. Como si fuera poco, descubrimos a un pianista francés (que además de músico es escritor, geólogo, arqueólogo, biólogo y matemático) y a una artista perdida en el fin del mundo, en la Patagonia.

3/ Este episodio tiene una curiosa particularidad: todos los temas musicales que presentaremos (de distintas épocas, géneros y estilos) llevan nombre de mujer. Eso sí, con diferentes perfumes. Algunos, la fragancia del amor. Otros, la esencia del dolor. A veces sentirás el aroma del campo y de las flores. Y otras, el humo de los suburbios, el vapor del tren y el tufo de un conventillo. Pero siempre, siempre, la música te envolverá, de diferentes modos: con un sonido áspero, con aires de melancolía o con un toque fino de sensualidad.

4/ En esta ocasión te proponemos realizar un viaje musical con diferentes escalas. Una muñeca brava en Montevideo y un grupo pionero del rock argentino en Rosario. Una voz imborrable del jazz y el glamour del pop inglés en los albores de los ´70. Buscando colores regionales, saltaremos de territorio magiar en Europa del Este, a la selva montielera en Entre Ríos. Y de la ruta del Bakalao en España, a Cochabamba, Bolivia, a 2.500 metros de altura.

5/ El firmamento de la música está repleto de estrellas fugaces, que tuvieron su instante de fulgor y volvieron rápidamente al ostracismo. También hay cientos de anécdotas sobre ascensos meteóricos y caídas estrepitosas. A veces, los propios artistas, agobiados por el éxito y la fama, deciden quedarse al costado del camino. Y tampoco faltan los que, desbordantes de talento, fueron condenados a vivir a la sombra de otros. Hoy salimos a la caza de historias que merecen escucharse. Y al rescate de artistas que por algún motivo, permanecieron injustamente eclipsados.

6/ Este episodio está dedicado a una galería de artistas, de diferentes épocas y estilos, que han seguido la enseñanza del camaleón. Es decir, han sido artífices de su propia metamorfosis; supieron reencarnarse; mostraron una singular capacidad de adaptación y cambiaron la piel, pero sin perder su esencia.

7/ Hay momentos únicos en la historia de la música. Ese instante en que se producen, de una vez y para siempre, encuentros mágicos. Algo misterioso los une: el contraste de voces, el acople de estilos, el ensamble de personalidades, la sintonía mutua o una simple cuestión de piel. Algunas de esas uniones fueron duraderas y memorables. Otras, esporádicas y circunstanciales. Pero todas dejaron su huella. Aquí repasamos la historia de algunos dúos célebres e inolvidables.

8/ La muerte joven es un condimento esencial para la conformación del mito. Abundan los ejemplos: de Gardel a John Lennon y de Tanguito a Kurt Cobain. Pero hay otros casos de músicos que nos dejaron demasiado pronto. Algunos, víctimas de excesos. Otros, accidentalmente o a causa de una cruel enfermedad. También hubo mártires. Y la paradoja de los que optaron por el suicidio, pero fueron un canto a la vida. Hoy hablamos de música vieja y muerte joven. De existencias truncas y legados inmensos.

9/ El docente, periodista y crítico musical Sergio Pujol sostiene que hay un concepto propio de la década del ’70, según el cual las divisiones entre géneros y estilos son barreras imaginarias. Convencionalismos creados a conveniencia de la industria discográfica, que necesita dividir al mercado en distintos target de audiencia. Pero la música es una sola. Los autores, artistas e intérpretes que escucharemos, son una muestra de las infinitas posibilidades de mezcla y fusión.

10/ La colección de canciones que presentamos tienen un rasgo en común: son obras de artistas que por distintos motivos, y en diferentes épocas, fueron considerados “transgresores”. Algunos, por desnudar temas que resultaban tabúes. Otros, por sus actitudes provocativas. Otros, por romper los moldes y los parámetros establecidos. El paso del tiempo acalló las polémicas. Y hoy, nadie se atrevería a cuestionarlos. Pero igual, siguen portando la bandera de la rebeldía.

11/ A lo largo de la historia de la humanidad, hay una regla de oro que se cumple de manera inexorable: en épocas de censura y opresión, el arte en sus diferentes formas funciona como una bocanada de aire y una puerta de escape hacia la libertad. Por eso, no es casual que en tiempos oscuros y siniestros, la música y otras expresiones artísticas hayan alcanzado niveles notorios de imaginación y creatividad. Este programa rescata algunos ejemplos de cómo la semilla del arte, puede florecer entre las piedras.

12/ En el arte, como en la historia, hay una eterna tensión entre dos fuerzas. Los que quieren conservar un legado, una tradición. Y los rupturistas, que anhelan por sobre todas las cosas el cambio, la transformación. La lista de esta entrega rescata a estos últimos: artistas que a riesgo de ser incomprendidos, realizaron valiosos aportes para la evolución de la música, en diferentes épocas y estilos. Ellos cumplieron su sueño: que nosotros, hoy, los sigamos escuchando.

13/ Los mitos tienen la característica de apoyarse en la tradición oral, elevando a determinados seres a la categoría de semidioses. Así, por medio de narraciones que se transmiten de generación en generación, ciertos acontecimientos y personajes adquieren una condición casi sobrenatural, mezclando realidad, fantasía y una dosis de misterio. Hoy, en El Canto de los Cronopios, te abrimos la puerta para conocer “grandes leyendas de la historia de la música”.

14/ El cine ha sido culpable de algunos estereotipos o clichés en relación a la música. Cierto tipo de sonidos y composiciones se asocian inmediatamente a determinada escena. Pero la historia del séptimo arte también demostró que es posible romper estereotipos, asociando música e imagen de modo revolucionario. Hoy, en “El canto de los cronopios”, nos sumergimos en el fascinante mundo del cine y en la música de películas. Se apagan las luces… y comienza la función.

15/ La música puede ser entendida como una manifestación de arte individual, como un espejo que refleja la belleza y la parte oscura del alma humana. Pero suele ser también el testimonio de una época, el fruto del compromiso social y el grito rebelde de hombres y mujeres que sueñan con un futuro mejor. A ellos y ellas, que entrelazaron los caminos de la música y la historia, está dedicado nuestro programa de hoy. Pará la oreja, que los cronopios… hoy cantan bien fuerte.

16/ La música (pensada esencialmente para los oídos) y los colores (que captamos a través de los ojos) tienen algo en común: pueden despertar en nosotros distintas sensaciones, por ejemplo de frío o calor. Las canciones que elegimos hoy, nos llevarán a climas tropicales, paisajes tórridos y tierras ardientes. Viajaremos de la siesta santafesina a la selva misionera. De la cordillera andina a las playas del Brasil y de allí al mar Caribe. Del verano porteño al verano indio. Bienvenidos a otro experimento musical.

17/ La canción de protesta tiene por objetivo denunciar una situación injusta: política, económica o social. Su origen se remonta a los comienzos mismos de la música. Los cantos populares en la Guerra Civil Española, las canciones francesas durante la resistencia en la Segunda Guerra Mundial, Bob Dylan en los 60 y la “nueva canción latinoamericana” en los 70, son algunos antecedentes. Hoy hablaremos de músicos rebeldes, contestatarios, que hubo y habrá siempre, en diferentes épocas, países, géneros y estilos. Porque ya sabemos, como anticipó Discépolo, lo que el mundo fue… y será.

18/ El episodio de hoy nos trae una paleta de colores y matices de sentimientos. Un tango con aires de bolero, nos lleva a un camino bordeado de flores, y se entrelaza con una joya de jazz romántico, cosecha 1939. En México probamos un plato de rock con sabor local, algo picante. Y desde República Dominicana, con ritmo de merengue, miramos la realidad histórica y social de América Latina. En viaje directo a Inglaterra, desempolvamos una página dorada de la música progresiva. La nostalgia se apodera del final, con suave susurro de chamamé y el triste blues del atardecer.

19/ En el espíritu del programa de hoy flamean banderas de libertad. Una ópera italiana homenajea la independencia suiza. El tango se baila al ritmo picante del 2 x 4 y el jazz vibra con nuevas alas. La poesía se cuela en los versos de un auténtico arlequín del rock nacional y una mariposa triste vuela donde la vida se esconde a llorar. Desde California llegan los ecos del sueño hippie y desde Cuba, una canción de amor y revolución. Al final, el dulce sonido del acordeón abraza a la madre tierra. Abrí la jaula. Dejá volar los pájaros de la imaginación que ya se escucha El Canto de los Cronopios.

20/ En el mundo del arte, es posible trazar analogías entre distintas disciplinas. El impresionismo nació en la pintura, pero se tradujo a la música. Hay tangos que retratan a Buenos Aires, como un cuadro de Quinquela. Temas de jazz, que parecen sacados de una película con Humphrey Bogart. Canciones del litoral argentino, con trazos de dibujo de Juan Arancio y pinceladas de surrealismo. Rock industrial, con escenas futuristas. Y hasta rock guatemalteco, con la belleza y el compromiso de un mural de don Diego de Rivera. Bienvenidos a esta galería sonora de arte. Esto es… El Canto de los Cronopios.

21/ En este espacio rendimos un homenaje permanente a los grandes creadores. A los de ayer, a los de hoy y a los de siempre. En especial a esos que haciendo gala de su independencia, nadan contra la corriente, mezclan estilos, rompen las normas, experimentan, hurgan en las raíces y trepan al olimpo donde sólo hay lugar para los audaces y los soñadores. Bienvenidos a un nuevo capítulo de El Canto de los Cronopios.

22/ Como decía Eduardo Galeano: el mundo es un montón de gente. Un mar de fueguitos. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento. Y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. El mundillo de la música es igual. Se nutre de estrellas, que brillan con luz propia. Y ya no importan los géneros, los estilos, ni siquiera el tiempo. Nombres que, con sólo evocarlos, encandilan. Hoy hablamos de ellos y de ellas. Los músicos que, parafraseando a Galeano, no se pueden escuchar… sin parpadear.

23/ El menú musical de hoy está conformado por diferentes platos deliciosos, de sabor añejo, condimentados con finos toques de sensualidad. Entre otras exquisiteces, los oyentes podrán degustar algunas voces únicas y angeladas, cuartetos de cuerdas, un piano, un saxo, una mandolina y hasta un arpa. Un cóctel maravilloso, para despertar tus sentidos y seducir los paladares más exigentes. A disfrutar, que la mesa está servida…

24/ ¡Que el horario! ¡Que el COVID! ¡Que la economía! ¡Que el desempleo! ¡Que el dólar! ¡Que el examen! ¡Que el vencimiento! ¡Que la inseguridad! ¡Que la comida! Puf… “Paren el mundo que me quiero bajar”, ¿no? Bueno… Seguí las instrucciones. Buscá un lugar cómodo. Prepará algo rico para comer o beber. Y relajáte. Que de la música nos ocupamos nosotros. Hoy nuestro programa te regala una muestra gratis de una terapia simple, con efectividad comprobada: melodías dulces, para el oído… Y caricias suaves, para el alma. Cerrá los ojos y escuchá “El canto de los cronopios”.

25/ La música, además de creación artística, puede apreciarse como reflejo o manifestación del alma humana. Por eso, hay esencias y espíritus que trascienden épocas, límites y estilos. Hoy, “El canto de los cronopios” te lleva por diferentes territorios y sonoridades. Músicas que remiten a un gris de cemento y asfalto, a paisajes nórdicos desoladores, a regiones montañosas andinas o a ciudades reducidas a escombros tras un bombardeo. Canciones que escrutan relaciones en tiempos modernos, almas extraviadas al costado de las vías o el vacío y la frialdad de las sociedades industriales. Y así, de tanto andar y escuchar, cruzamos puentes que conectan diferentes tribus urbanas.

26/ La música une y separa. Junta y divide. A veces una obra es el resultado de una conjunción creativa. Otras, la consecuencia de un divorcio o una ruptura artística. Tampoco faltan los pleitos y conflictos, sazonados de curiosas anécdotas. Este episodio de “El canto de los cronopios” nos trae un puñado de canciones y un manojo de historias. Para que, parafraseando a las sagradas escrituras, “el hombre no separe lo que la música ha unido”.

27/ “Babel” es una película dirigida por el cineasta mexicano Alejandro González. La historia narra un hecho que repercute en diferentes rincones del mundo. Ninguno de los personajes se conoce entre sí, a pesar de la aparente conexión que existe entre ellos. En el universo de la música, ocurre algo parecido. Artistas de culturas diversas, a miles de kilómetros, laten sin saberlo al compás de un mismo sentimiento. “El canto de los cronopios” les da la bienvenida a nuestra propia “Babel”, hecha de música y sonidos.

28/ En la música, al igual que en otras disciplinas artísticas o en el mundo del deporte, hay figuras que brillan con luz propia. Son realmente distintas. Por estilo, carisma y personalidad, destilan un encanto especial que las hace únicas. Y así, cuando uno cree que lo ha escuchado todo, aparecen verdaderas maravillas. Canciones que nos conmueven y nos cambian la vida. Este episodio de “El canto de los cronopios” nos trae algunas de estas joyas. ¡A prestar atención!

29/ “La metaformosis” es una novela publicada en 1915 por el escritor Franz Kafka. Es considerada una de las obras más influyentes de la literatura universal y una de las pioneras en fusionar elementos realistas y fantásticos. Como ocurre en el campo de las letras, también el terreno de la música es proclive a esas mezclas y alteraciones. Nuestro programa de hoy indaga en verdaderos transformistas, creadores intrépidos, audaces expertos en el arte de la alquimia.

30/ Este “El Canto de los cronopios” viene impregnado de mística, sonidos, aromas y colores que provienen de pasados milenarios y de las profundidades de la tierra. La mitología griega, las leyendas de Babilonia, los relatos bíblicos, la Conquista de América, la magia de los hechiceros, los enigmas de África, las creencias medievales y la simpatía por el diablo, estarán sobrevolando, entretejidas y ocultas, detrás de cada obra musical. Sumáte a este viaje que promete, una vez más, descubrimientos apasionantes.

31/ El músico, filósofo y teólogo franco-alemán Albert Schweitzer decía que hay dos formas de refugiarse de las miserias humanas: la música y los gatos. Dejemos a los pequeños felinos de lado para recordar al escritor francés Víctor Hugo, quien sentenció que la música “expresa lo que no puede ser dicho y aquello sobre lo que es imposible permanecer en silencio”. Por eso “El canto de los cronopios” te invita a viajar por diferentes geografías y por los pliegues de la historia, allí donde la música habla por sí sola.

32/ León Tolstoi definió a la música como “la taquigrafía de la emoción”. Con esta frase, el novelista ruso sostenía que la música expresa como ningún otro arte los estados emocionales. En un sentido similar, el poeta y dramaturgo Oscar Wilde aseveraba que la música es el tipo de arte más cercano a las lágrimas y la memoria. Desde el fondo de los tiempos y en los lugares más recónditos, la música es la voz del alma. Bienvenidos a “El canto de los cronopios”. Bienvenidos a un laberinto de sonidos y a una galería de sentimientos.

33/ No hay como las historias de tesoros y piratas para echar a volar la imaginación. El tópico ha sido disparador de grandes mitos y leyendas, recopilados por el cine y la literatura. ¿Quién no oyó hablar de las aventuras del pirata Morgan o Barba Negra? “El canto de los cronopios” te invita a viajar. No, por el Mar Caribe: mejor, por el Océano del Arte. La recompensa no será un cofre con monedas de oro y piedras preciosas. A lo sumo, algunos buenos discos y auténticas joyas o reliquias de la música. Soltá amarras y embarcate.

34/ De Simbad “El marino” a Charles Darwin. De James Cook a Alexander Von Humboldt. De Jorge Newbery a los astronautas del Apolo XI… Siempre existieron osados exploradores e intrépidos aventureros. En el mapa de la música, ocurre lo mismo. Están los que la vieron antes. Los que llegaron primero. Los que marcaron una senda y enseñaron el camino. Por esa huella desfilan los cronopios que rescatamos en este programa.

35/ ¿Sabías que el ritmo cardíaco se adapta a la música que estás escuchando? ¿Y que las flores y las plantas pueden crecer más rápido si hay música alrededor? ¿Sabías que hace unos años un astronauta lanzó un disco con canciones grabadas completamente en el Espacio? ¿O que Leo Fender, creador de la famosa guitarra, nunca aprendió a tocar ese instrumento? Como ves, el mundo de la música está preñado de curiosidades. Y “El canto de los cronopios” se hace eco. Arrimate al fogón donde crepita el fuego inolvidable.

36/ Italia respira arte por todos los poros. Roma es un museo arquitectónico a cielo abierto. Florencia, sinónimo del Renacimiento. Milano tiene La Scala: el teatro de ópera más famoso del mundo. La pintura brilla con Leonardo Da Vinci y Sandro Botticelli. En el país de Dante y Fellini, hasta la gastronomía es un arte. Pero si algo caracteriza al pueblo italiano es su espíritu alegre y su pasión por la música. ¡Benvenuto! “El canto de los cronopios” los lleva a pasear por la península. ¡Buon viaggio!

37/ España ha sido cuna de grandes artistas. En pintura brillan Velázquez, Goya, Dalí, Miró y Picasso. Las letras tuvieron su “Siglo de Oro” con Quevedo, Góngora, Lope de Vega y Calderón de la Barca, alcanzando la cúspide con Cervantes y García Lorca. En cine, dos estandartes: Luis Buñuel y Pedro Almodóvar. La música folklórica tradicional varía según las regiones: la jota en Aragón, el flamenco en Andalucía, el estilo celta en Galicia y hasta una expresión propia como la zarzuela. Mirá si «El canto de los cronopios» se iba perder este viaje. Presentamos una hora exclusiva con la música de la península ibérica.

38/ Hay un proverbio chino que sostiene que el simple aleteo de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo. Este concepto está vinculado a la “Teoría del caos”, según la cual una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, puede generar un efecto considerable. Esto explica al universo como un sistema complejo e impredecible, pudiéndose aplicar al terreno de la física, la geología, la meteorología y también la música. En esta edición de “El canto de los cronopios” escucharemos “el aleteo de la mariposa”.

39/ Marco Polo, Cristóbal Colón, Fernando de Magallanes, Charles Darwin, Erik El Rojo, son tan sólo algunos de los grandes viajeros y exploradores de la historia, que desafiaron los límites de la imaginación y expandieron las fronteras del mundo conocido. “El canto de los cronopios” evoca a esas figuras de antología y te propone un viaje musical, donde casi todos los paisajes estarán en el álbum de fotos: las montañas de Colombia, la selva de Brasil, la tierra guaraní, un pueblito norteño, la bruma de Londres o la bohemia de Buenos Aires.

40/ En la mitología griega, Euterpe es la diosa de la música. En griego significa «la muy placentera», «la de agradable genio» o «la de buen ánimo». La palabra «música» proviene del término “musas”, las hijas de Zeus que inspiraban todas las actividades creativas e intelectuales. En la antigüedad, las diferentes culturas tenían sus propias diosas de la música. Así ocurría en la civilización azteca, maya, egipcia, nórdica, griega, romana y en el lejano oriente. Es que la música es un lenguaje universal. Por eso “El canto de los cronopios” sigue cruzando puentes.