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Julieta Oddone: «Las sociedades ignoran el deseo de máxima expectativa humana cuando invisibilizan a las personas mayores»

Este martes 15 de junio, la investigadora del Conicet y profesora titular de Sociología de la Vejez y el Envejecimiento en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Julieta Oddone, aportó la reflexión oportuna, antropológica y necesaria en estos tiempos que interpelan voces y miradas. Gracias a las radios de la Universidad Nacional de Entre Ríos (Uner) por replicar no solo la efeméride sino el ejercicio crítico de pensar y repensar la discriminación hacia las personas de edad. Oddone reflexionó sobre el tema e invitó al Conversatorio a través de diversos medios de comunicación.

En una entrevista con el comunicador José Trovatto y su equipo, Oddone pormenorizó: “Esta fecha, el Día Mundial de la Toma de Conciencia de Abuso y Maltrato en la Vejez, fue decidida por la Asamblea de las Naciones Unidas con el fin de, justamente, visibilizar buena parte de los problemas que transitan las personas mayores en nuestras sociedades”. En este punto, hizo referencia a dos puntos de vista no alternativos. “Por un lado, lo que sienten y sufren todas las personas mayores en nuestra sociedad en relación a la discriminación etaria: lo que solemos llamar viejismo (traducido así por Leopoldo Salvarezza a partir del autor Robert Butler, en 1968). Esto es la discriminación que sufren en las sociedades todas las personas mayores por el mero hecho de tener una edad avanzada y en función de prejuicios que, de alguna manera, homogenizan a la población y la ponen en una situación de dependientes, enfermos, incapaces de brindar actividades y servicios a la comunidad en términos generales”. Y por otro lado, hizo referencia “al abuso y maltrato que también pueden sufrir las personas mayores, tanto desde el punto de vista individual (al interior de sus propias casas) como desde el punto de vista social cuando por ejemplo, no son tenidas en cuenta al momento de darles un respirador por temas éticos y en relación por cuestiones de edad”. Asimismo, la especialista expuso que el abuso y maltrato en la vejez implican violencias: corporal, económica, psicológica que se producen en las redes primarias e incluso secundarias, por las que transitan las personas mayores.

“La vejez es el producto de una historia biológica y biográfica donde el transcurso de la vida, los estudios, el contexto, el impacto de ciertos aspectos de la historia económica y social, van generando distintas construcciones de vejez y vejeces”, enfatizó Oddone.

Ahora bien: “La vejez es algo que comienza numéricamente, y por convención, a los 60, pero que hoy puede llegar a los 120 años. Es un constructo que me dice que son demasiados años para homogeneizarla solo con una mirada de decrepitud. En realidad, presenta muchas aristas donde todavía hay mucho para dar en la sociedad en la que se vive”.

De manera reflexiva, Oddone consideró: “Las sociedades actuales quieren y desean llegar al máximo posible de expectativa humana: los centenarios. Sabemos que en no demasiado tiempo los viejos seremos bastante más que los niños, más allá de la actual circunstancia que nos impone la pandemia y que de alguna manera va a modificar las expectativas de vida de las sociedades”. En paralelo, las mismas sociedades ignoran el deseo de máxima expectativa humana cuando invisibilizan a las personas mayores y no les permiten ejercer muchos de los roles y derechos que son de su competencia.

Asimismo graficó: “El mercado laboral se considera envejecido cuando tiene más de un 27 al 30 por ciento de personas mayores de 45 años. Y las personas que transitan entre los 45 a 50 años tienen muchas dificultades para reingresar al mercado laboral o cambiar de empleo porque hay mucho mito y prejuicio en relación a la vejez, al envejecimiento de ese grupo de trabajadores que para las empresas ya no pueden y son quienes tienen gran capacidad para el trabajo”.
A la hora de eliminar el viejismo y la discriminación, Oddone hizo mención a los organismos del Estado argentino, siendo nuestro país el primero en llevar a las Naciones Unidas los derechos de la ancianidad en 1948. Además, la primera Asamblea Mundial del Envejecimiento en 1982 levantó los derechos de la ancianidad en su carta inicial, como el primer país que denotó la situación de las personas mayores.

A manera de conclusión afirmó: “Las sociedades actuales en el mundo globalizado tienden a discriminar a las personas mayores en función de los mitos y prejuicios y del propio mercado del trabajo”. En este aspecto las leyes de flexibilización laboral y de robótica juegan en contra de los trabajadores de mayor edad.

Hablemos de maltrato a la vejez
Oddone expuso a la audiencia que el maltrato a la vejez atraviesa a todas las sociedades, abiertas y cerradas, con distintos niveles. Desde la antropología social, recordó que en el curso de la historia se dieron situaciones de discriminación por hambrunas. En ese sentido, la efeméride visibiliza la existencia de esta discriminación y la necesidad de llevar adelante, por parte de los países, las convenciones con respecto a las personas mayores. Argentina participó y ha hecho ley los derechos de las personas mayores. Aun, todavía así siguen existiendo situaciones de marginación, abuso y maltrato para muchas de las personas mayores en nuestra sociedad.

Conversatorio
El miércoles 30 de junio a las 15 por teleconferencia, la doctora Julieta Oddone disertará en el conversatorio “Cuestiones de violencia y maltrato en la vejez: El caso argentino”. La actividad es coorganizada por el Departamento de la Mediana y Tercera Edad de la FCEDU-UNER, el Programa Envejecimiento y Sociedad de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso – Sede Argentina) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (Conicet). Será abierta y con inscripción previa en: https://acortar.link/uSRjp.

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