Marianela René Weiss, estudiante de la Licenciatura en Comunicación Social de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UNER, realizó una experiencia de movilidad académica en Chile, donde cursó asignaturas de la carrera de Periodismo en la Universidad de Playa Ancha (UPLA). La propuesta le permitió conocer otro modelo universitario, recorrer nuevas perspectivas de la comunicación y sumarse a la vida cultural de Valparaíso y Viña del Mar.
La decisión de postularse al programa de movilidad estuvo motivada por el interés de vivir una experiencia universitaria diferente y ampliar su formación académica. Marianela cuenta que conocía el programa por experiencias de otras personas y por la información institucional. Sostiene que lo identificó como “una buena oportunidad para conocer otra experiencia universitaria y encontrarme con otras formas de pensar y de hacer comunicación”.
La elección de Chile y de la Universidad de Playa Ancha estuvo vinculada, además, con la afinidad entre su plan de estudio y el de la FCEDU. Al indagar en la propuesta académica, le llamó especialmente la atención el enfoque de la carrera: “Plantean formar comunicadores con vocación pública desde una perspectiva latinoamericana situada e interdisciplinaria, y eso me pareció muy interesante para complementar lo que yo ya venía recorriendo en nuestra Universidad”.
Primeras semanas: adaptación y acompañamiento
Las primeras semanas de intercambio estuvieron atravesadas por el entusiasmo y el descubrimiento, pero también por el desafío de adaptarse a un nuevo ritmo de vida y de estudio. Marianela se instaló en Viña del Mar, una localidad cercana a Valparaíso, y poco a poco fue encontrando su lugar en la cursada y en la ciudad, con dinámicas distintas a las de la FCEDU.
En ese proceso, destacó la infraestructura y los servicios de la universidad anfitriona: el campus cuenta con atención médica, comedor, biblioteca con salas de estudio, propuestas de actividad física y equipamiento específico para las carreras de comunicación. “Eso hizo que me sintiera muy cómoda, porque podía resolver muchas cosas dentro de la universidad”, valora.
En relación con los trámites administrativos, remarcó el acompañamiento recibido tanto desde la FCEDU como desde la UPLA. También subrayó especialmente el apoyo de una compañera, Victoria Dri, quien ya había realizado un intercambio en esa universidad y la orientó en los primeros pasos.
Desafíos, aprendizajes y vida universitaria
Entre los aspectos más desafiantes, Marianela menciona la adaptación a la vida cotidiana y a las formas de comunicación. “Aunque hablamos el mismo idioma, la manera de expresarnos y de movernos en la ciudad es distinta, y eso requiere un tiempo de acostumbramiento”, explica. Sin embargo, encontró un fuerte sostén en la comunidad de estudiantes de intercambio que habitan Valparaíso, quienes provienen de distintos países y se encuentran atravesando experiencias similares.
En cuanto a la cursada, Marianela se encuentra realizando las materias Taller de Investigación en Ciencias Sociales, Derechos Humanos y Democracia y Comunicación, Publicidad y Consumo. Una de las diferencias más significativas con la UNER es el sistema de evaluación: “No tienen exámenes finales, las materias se aprueban durante la cursada a partir de muchas instancias de evaluación. Eso hace que el ritmo sea bastante intensivo semana a semana”.
También destacó la forma en que los contenidos se articulan con los lenguajes propios de la comunicación: incluso en materias más teóricas, los trabajos finales se resuelven a través de producciones como un spot audiovisual o un pódcast. “Me pareció una forma muy interesante de integrar los contenidos”, afirma.
Además, señala que vínculo con docentes se caracteriza por un trato cercano, con clases que promueven el intercambio constante y la participación activa de les estudiantes.
Cultura, territorio y experiencia personal
Más allá de lo académico, la experiencia de intercambio le permitió a Marianela conocer de cerca la vida cultural chilena. En Valparaíso, destacó la presencia permanente de expresiones artísticas en el espacio público, como murales, música y danza, y la posibilidad de participar de eventos significativos, como las fiestas patrias, el desfile de los Mil Tambores y el Festival Internacional de Cine.
Desde una mirada personal y formativa, la estudiante subraya que el intercambio fue una vivencia profundamente transformadora. “Como estudiante y trabajadora de la comunicación, el principal aporte fue cuestionarme la forma de hacer ciertas cosas”, sostiene, y agrega que la experiencia le permitió poner en valor la formación recibida en la universidad pública y, al mismo tiempo, incorporar nuevas herramientas.
Vivir fuera del país también implicó desafíos personales. Marianela reconoce que uno de los mayores descubrimientos fue advertir su capacidad de adaptación: “Estar dispuesta a romper ciertas estructuras propias, porque a pesar de ser países vecinos, somos más diferentes de lo que imaginaba, y eso exigió mucha flexibilidad para adaptarme”.
Proyección y recomendaciones
De cara a su trayectoria académica y profesional, la experiencia de movilidad deja aprendizajes que espera poder proyectar en su trabajo final de carrera, especialmente a partir de los contenidos metodológicos abordados en el Taller de Investigación en Ciencias Sociales.
Finalmente, Marianela anima a que más estudiantes de la FCEDU se postulen a los programas de movilidad: “Que aprovechen la oportunidad. Es un desafío y una ganancia personal y académica muy grande, difícil de expresar con palabras, pero profundamente transformadora. Una posibilidad que tenemos gracias a la universidad pública”.
