Integrantes de los espacios educativos promovidos por el equipo extensionista del Área de Comunicación Comunitaria de la FCEDU en la Unidad Penal Nº 6 «Concepción Arenal» de Paraná, llevaron adelante una muestra de cierre del Taller anual de comunicación y expresiones artísticas, el 25 de noviembre.
Crónica realizada por Melina Arias (Estudiante Becaria del Programa de Extensión La UNER en contextos de encierro)
Llegué quince minutos antes del comienzo de la muestra. El salón de visitas de la Unidad Penal Nº 6 «Concepción Arenal» estaba en ese momento previo en el que todo parece desordenado pero, en realidad, cada cosa ya tenía su destino. Un grupo nutrido de mujeres de distintas edades iban y venían con escenografías, telas, parlantes y micrófonos. Había risas nerviosas, mates, pasos apurados y esa concentración silenciosa que aparece cuando algo importante está por suceder. Una sostenía un cartel que se inclinaba; otra buscaba un alfiler o cinta para asegurar una escenografía; otra repasaba una línea en voz baja. En ese ir y venir, el espacio dejaba de ser el salón de visitas de la cárcel de mujeres -que durante el año supo ser también el espacio para los encuentros semanales de taller- y empezaba a transformarse en escenario.
El público entraba de a poco, mientras afuera transcurría una de esas tardes que ya parecen de verano, tan comunes para esta época. Adentro todo estaba en movimiento. Y antes incluso de que encendieran el micrófono, «Unidas y Guerreras» ya era un nombre que resonaba fuerte, no sólo por la muestra que se preparaba, sino por la manera en que ellas ocupaban ese espacio, juntas, firmes y preparadas.
Una vez que todo estuvo listo, dos mujeres del Taller de comunicación y expresiones artísticas del Área de Comunicación Comunitaria de la Facultad de Ciencias de la Educación, tomaron el micrófono y dieron inicio al programa.
“Este programa de radio combina historias de vida y humor como fruto de un recorrido realizado a lo largo del año en el taller de comunicación y teatro”, contaron al dar la bienvenida.
Esta vez, el grupo decidió presentar una muestra de lo trabajado durante el año combinando comunicación radial y teatral en un mismo gesto: voces, cuerpos, actuación y piezas radiofónicas grabadas se fueron combinando y alternando durante la tarde.
“El teatro muchas veces es un espejo de nuestras realidades compartidas. Un espacio que nos da alegría, energía y libertad, esa palabra que golpea todas las paredes de las cárceles” -compartieron las locutoras apenas iniciar la “transmisión en vivo”, algo que resonó en cada rincón del lugar.
Las conductoras explicaron también desde el principio qué significaba para el grupo la palabra que daba título a la presentación, y que habían elegido colectivamente: “La guerrera —dijeron— se reviste de fuerza y dignidad, afronta segura el porvenir.”.
«Unidas y Guerreras» reunió una serie de escenas y segmentos que nacieron en los encuentros de los martes: pequeñas historias compartidas, recuerdos que alguna vez aparecieron en ronda, anécdotas que se transformaron en ficción y chistes que, con el tiempo, encontraron forma de radioteatro.
Cuatro escenas principales conformaron el corazón del programa: “Entre Sueños y Rock” -que trataba sobre la necesidad de poder recibir visitas de familiares y afectos-, “Pollitos en Fuga” -una creación sobre el humor y la amistad, en el marco de la sección de cocina- , “La Unión Hace la Fuerza” —un bloque deportivo que habló de la fuerza del acompañamiento para lograr un objetivo común— y “La Chava del 6” -que trajo a escena a esa niña que todas llevamos dentro, la que se ríe y juega a pesar de todo.
A esto se sumó la perlita del Programa, una entrevista a una de las participantes personificada como la cantante Karina “La Princesita”. Con las ingeniosas preguntas y respuestas, cargadas de chismes y humor, el público se mantuvo entretenido y activo, y también luego pudimos cantar y bailar con las canciones especialmente seleccionadas para animar el segmento de entrevista a personajes famosos.
Todas las escenas y producciones surgieron de las actividades de comunicación que se propusieron en cada encuentro semanal y fueron protagonizadas tanto por las mujeres privadas de la libertad como por integrantes del equipo extensionista del «Programa La UNER en contextos de encierro», conformado por docentes, graduadas y estudiantes de Comunicación Social, una estudiante de Gestión Cultural y otra estudiante de Trabajo Social, junto a la profesora y actriz Paula Righelato.
Mediante las interpretaciones, las protagonistas lograron crear un ambiente distinto, donde el humor se volvió protagonista. Las escenas estaban llenas de situaciones reales y otras disparatadas y de personajes que les/nos permitieron, por un rato, salir de lo cotidiano. Al igual que durante los talleres semanales, se convirtió en esa posibilidad de ser también otras: conductoras de radio, deportistas, niñas que juegan, mujeres que se ríen. Un respiro necesario, un momento de alegría compartida que nos recordó a las presentes que siempre se pueden generar tiempos y espacios para un poco de aire y diversión, incluso en los días más pesados.
Al llegar al cierre, la música empezó y todas se acercaron al centro para cantar la canción – «Guerrera», de Rocío Quiroz, que había dado espíritu al taller:
“Yo soy una guerrera, que opinen lo que quieran
Por el pan de mis hijos que hay sobre la mesa
Yo hago lo que sea
Yo soy una guerrera, obligada a dar pelea
Y no le echo la culpa a nadie de lo que yo ayer mal decidiera”
En el público, que acompañó con risas, aplausos y mensajes de aliento la presentación, se encontraban compañeras de pabellón de las participantes del taller, estudiantes de las escuelas primaria y secundaria que funcionan en la Unidad Penal, y personal de la institución, todos reunidos para celebrar el cierre de un año de trabajo, esfuerzo y creatividad.
Por último, la entrega de certificados fue un momento emotivo, lleno de miradas cómplices y sonrisas que mostraban lo mucho que el taller había dejado en cada una.
En una sociedad donde tantas veces predomina el individualismo, el prejuicio, la violencia, el “sálvese quien pueda”, el grupo del taller mostró que crear, acompañarse y compartir con el otro hace la diferencia. Algo que quedó plasmado no sólo en lo que mostraron al público, si no también en las las frases creadas colectivamente a partir del nombre del Programa, donde reflejaron las experiencias de cada participante y lo que significa para todas este espacio de educación y comunicación comunitaria que ofrece la FCEDU cada año:
“Somos guerreras porque así somos valientes, fuertes y unidas”. “Porque todas queremos lo mismo”; “Unidas y guerreras por nuestras familias y nuestra libertad”; “A pesar de todo, seguimos en pie dando batalla”;“Solas, pero bien acompañadas a la vez”. “Porque dónde, sino en nuestros puntos en común podemos encontrar un espejo”



